Nunca fui de esas niñas que se metían en problemas; nunca me rompí un hueso o me castigaron por meterme en líos. A medida que fui creciendo las cosas no cambiaron, nunca he generado conflictos y he sido bastante buena. Pero, después de tanto tiempo, ya es hora de arriesgar un poco ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario